La OTAN prepara un nuevo ‘Telón de Acero’ con un despliegue militar permanente en el Este de Europa
Un despliegue militar permanente y estable en los países del Este de Europa para frenar la amenaza que supone Rusia. Esa es la idea en la que trabaja actualmente la OTAN, según ha admitido su secretario general, Jens Stoltenberg. Una especie de reedición de ese Telón de Acero que separó Europa durante la Guerra Fría, y que supondría blindar al Báltico, Polonia o Rumanía ante posibles invasiones lanzadas por Vladimir Putin como la que se desarrolla actualmente en Ucrania.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha admitido que la Alianza Atlántica baraja seriamente reforzar su presencia militar en el este de Europa con un despliegue permanente de fuerzas disuasorias.
El objetivo de ese despliegue, ha admitido, sería ya no sólo disuadir a Rusia de iniciar una nueva incursión o campaña militar contra países próximos a su frontera, sino repelerla en caso de que esta se produzca. La OTAN, desde el inicio de la invasión a Ucrania, ha admitido que un ataque contra uno de sus socios en la zona no es descartable.
Consecuencias de la guerra
«Independientemente de cuándo, cómo termine la guerra en Ucrania, la guerra ya ha tenido consecuencias a largo plazo para nuestra seguridad. La OTAN necesita adaptarse a esa nueva realidad. Y eso es exactamente lo que estamos haciendo», ha explicado Stoltenberg en una entrevista con el diario británico ‘The Telegraph’.
La invasión de Ucrania, además, llega en un momento crucial para el futuro de la OTAN. Según ha asegurado su secretario general, está «en medio de una transformación muy fundamental» que tomará decisiones sobre un despliegue permanente en la cumbre de la OTAN que se celebrará en Madrid en junio.
«La OTAN es la alianza más exitosa de la historia por dos razones. Una es que hemos sido capaces de unir Europa y América del Norte. La otra es que hemos sido capaces de cambiar cuando el mundo está cambiando. Ahora el mundo está cambiando y la OTAN está cambiando», ha sostenido.
Despliegue sin precedentes
Desde el comienzo de la invasión el 24 de febrero, la OTAN ha desplegado 40.000 soldados en su flanco oriental, que se extiende desde el Báltico hasta el Mar Negro.
Además, la Alianza ha hecho grandes demostraciones de fuerza militar en el norte de Europa con el ejercicio Cold Response, que se ejecutó durante todo el mes de marzo y en el que participó el Ejército español. En total, se desplegaron unos 35.000 efectivos y cientos de vehículos blindados y carros de combate.
El papel de España
La invasión rusa de Ucrania ha desbaratado todos los planes que tenía la OTAN a corto, medio y largo plazo: las misiones actuales y las prioridades han cambiado radicalmente, y la Alianza ya trabaja en rediseñar todo su escenario estratégico, donde España será una pieza clave. Será clave en esa «redistribución de esfuerzos» y uno de los primeros cambios podría afectar a la misión española en Turquía: la Alianza trabaja para enviar la batería de misiles antiaéreos Patriot al Báltico o a Polonia.
Desde el año 2014, el Ejército de Tierra español tiene una batería de misiles Patriot desplegada en los alrededores del aeropuerto y la base aérea de Adana, en el sur de Turquía. Una misión ya veterana que se puso en marcha para defender el suelo turco de posibles ataques por parte del Estado Islámico u otras organizaciones en plena guerra de Siria. Una amenaza ahora prácticamente desactivada.
Sin embargo, tal y como explican fuentes militares bien posicionadas a OKDIARIO, en el cuartel general de la OTAN se ha puesto en duda la necesidad actual de esta misión, denominada Active Fence, teniendo en cuenta la situación provocada por la invasión rusa a Ucrania.